La sensación es estar juntos y saber que sería un día histórico aunque estuviésemos en el peor lugar del planeta. Que estamos en el foco del mundo y el resto son personajes secundarios que no saben lo que se les viene encima, para bien o para mal. Que la ciudad en la que estemos puede ser un escenario del GTA totalmente dispuesto para nosotros. Que cada conversación sobrepasa cualquier diálogo de Tarantino. Que deberíamos contratar a un tipo para que nos siguiera y nos hiciera un documental. Que todo es posible, que somos los mejores. Que tenemos que disfrutar y atesorarlo todo, porque estas reuniones valen su peso en oro.
Porque algún día miraremos atrás. De hecho ya lo hacemos. Y pensaremos que qué buenos aquéllos años, cuando nos íbamos a comer el mundo, cuando éramos reyes. Lo bueno es que lo recordaremos juntos tomando una cerveza. ¡Por los amigos!
Cuando éramos reyes, de Quique González:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu opinión, quizás me ayude a ver las cosas de otro modo...o no.